Thursday, May 27, 2010
Wednesday, May 19, 2010
CARPE DIEM
Y yo suspiré, la noche había cerrado el telón con el calor de la luz del sol y las lágrimas del rocío. La euforia se torno en vacio, el vacio del alma artificial, la soledad de un corazón triste, la sonrisa de la que se enamoró la falsedad. Unos ojos brillantes y unos labios rojos me hicieron olvidar la realidad por un momento, y una canción nos unió bajo la lluvia de una cerveza fresca. Pero todo sueño tiene fin, toda sonrisa evita la eternidad y una pared sujeta mi mirada perdida entre las gentes. La pena me acoge como su amiga y yo disimulo la tristeza y me lio a bolazos de nieve. Cada noche es diferente y mi corazón late igual, ayer me bañaba en risas bajo el calor de la música y la fría caricia del alcohol, hoy es otra canción, el vaso quema más fuerte mis entrañas y los ojos que me miran son distintos. Pero mi corazón sigue haciendo tic tac al mismo compás de una canción triste. Quemo cada segundo al máximo, exprimo todo mi tiempo con una sonrisa eterna y, aun así, el carpe diem sigue siendo mi cruzada, mi búsqueda del cáliz bendecido con la bebida de la felicidad. Quizás esté en aquellos labios, o en unos ojos que me miran desde el silencio, quien sabe si no será ese abrazo que tú me pediste para poner punto y final. La única verdad es que no voy a desfallecer, que en la búsqueda está el romanticismo, y si ser romántico es el mayor de los pecados, que mi infierno particular tienda una alfombra roja porque entraré con paso triunfal, mientras no para de sonar aquella canción que un día me lo hizo comprender todo.
Saturday, May 15, 2010
IGUAL
Sopla el viento, no para el segundero, se va el sol y todo sigue igual. Suena triste pero no lo es, no existe la tristeza, no existe la alegría, en realidad todo da igual. Soy tan insignificante que puedo hacer cosas grandes. El hecho de ser consciente de mi minúscula importancia siento que me engrandece, me derriba barreras, sopla todas las pajas que hay en mi ojo y soy capaz de descifrar alguno de los jeroglíficos de la realidad. Por qué hay algo más real que la insignificancia de la vida y muy por encima lo poco que importan las nuestras propias. Ni el hombre más grandioso que ha pisado la tierra ha conseguido que sin él todo dejara de funcionar. El mundo sigue, nada detiene el reloj, sí artificialmente quitándole las pilas, pero sólo es eso, artificial. Porque podemos quitarle las pilas a nuestras vidas pero todo sigue funcionando en los demás relojes. A veces cuando paseo y observo grandes bloques de apartamentos, todos iguales, y pienso la de vidas que allí acontecen, muchas sin interrelacionarse, me doy cuenta de lo insignificante que es el ser humano. Seis mil millones de corazones igual de importantes e insignificantes, miles de vidas que mueren, miles d vidas que enferman, miles de vidas que nacen y nada importa. Si nuestras vidas tienen el valor de las lágrimas que producimos al desaparecer y que ninguno de nosotros lograría cambiar el nivel del mar, ni siquiera podríamos amargar su ya de por si mal sabor. Por eso creo que cada día sonrío mas, la ironía es mi respuesta, si la vida no nos da nada yo le ofrezco mis dientes para que los disfrute.
Wednesday, May 5, 2010
CAMINO EN PARALELO
Tuesday, May 4, 2010
VIDA
A veces empujo el tiempo, cierro los ojos y acelero los segundos, soplo las manecillas sin saber muy bien porqué. ¿Merece la pena? No lo sé, sólo sé que ese tiempo se fue para no volver. Después de tantos malos momentos quizás no sea tan malo vivir alguno más. Empiezo a pensar que el dolor llora lágrimas de sabiduría, y si somos inteligentes las guardaremos en un recipiente en nuestra cabeza. Luego cogeremos esas lágrimas para limpiar otros dolores con los que la vida decida aleccionarnos. Pero ese recipiente sólo se llenará el día que nuestro corazón dé el último latido, en ese momento alcanzaremos la máxima sabiduría, lo comprenderemos todo y con nosotros morirá nuestra inmadurez. Porque la inmadurez irá con nosotros mientras la roja sangre camine por las venas, el mundo es muy viejo y nosotros demasiado jóvenes para entenderlo. La vida nos verá siempre como bebés, con nuestros lenguajes incomprensibles, nuestros ojos abiertos queriendo comprenderlo todo y no entendiendo nada, y nuestros llantos suplicando un poco de atención. No paramos de llorar pidiéndole a la vida un poco de comprensión, ella nos mira con ternura y mientras nos arropa, nos va relatando el cuento de nuestras vidas. Ahí es donde aparece nuestra suerte, porque nacemos con un libro debajo del brazo. Y ese libro ¿está en blanco o ya se escribió? No lo sé, quizás nosotros seamos sus autores, quizás un narrador omnisciente controle nuestros destinos, y quién sabe si todos compartimos un mismo libro del que somos autores protagonistas. Lo que está claro es que en la vida todos tenemos nuestro capítulo, unos más largos, otros más corto, unos de acción, otros de terror, los menos de justicia y los más de desigualdad. Páginas llenas de amor que se pueden transformar en odio, amistades que duran cien hojas y lágrimas que ponen punto y final.
Sunday, May 2, 2010
SÓLO QUIERO CAMINAR
Tras la oscuridad llegó la dolorosa luz, entre gritos y lágrimas de instinto que el tiempo me enseñaría a echar de menos. Pronto me tocó avanzar con brazos y piernas mirando al suelo, una ironía de la vida, una señal del destino, ese lugar conocido donde siempre iría a parar; mientras yo sólo quería caminar.
Luego tu regazo me acogió, se convirtió en mi lugar de paz, donde descansaba mi alma y mi cabeza, donde todo era felicidad, el rincón que desde que te fuiste busco y no encuentro. Allí donde te diste cuenta de mi torpeza y yo comprendí que hay que ganarse el orgullo. Por entre tus piernas, ya hace mucho que no puedo caminar.
Me puse en pie para aprender porqué se juntan las sílabas y los números se pasan el día jugando. Enseguida comprendí que mi tranquilidad prefería ver como se juntan las cosas a cómo juegan los otros niños. Mientras mi torpeza se apartó por un instante, una larga cabellera rubia hizo brillar mis ojos, me vistió de timidez para el resto de mi vida y me enseño que hay muchas formas de ser torpe. Aquel día sólo quería caminar a donde nunca iba a llegar.
Entonces una pared las sujetó mientras se desplomaban en el suelo ante mi mirada. Mis ojos que no comprendían nada, ¿de dónde salía aquel dolor?, tantas lágrimas por una llamada. Era el principio, y era el fin, una nueva vida con fecha de caducidad, donde te arrancan el corazón sin que tú tengas edad para saber que ya te lo han robado. Donde la comida se muda de mesa, donde los libros se convierten en mi manta, el lugar que ahora entiendo, al que me gustaría volver, porque allí el dolor habla una lengua que no entiendo. Mientras yo sonreía, a ti te costaría mucho caminar.
Los días comenzaron a levantarse con odio, el silencio cortaba el café y hablaba con el humo de los cigarros. El miedo de la inconsciencia, allí donde se castiga la inocencia y el desconocimiento. Cuando las noches se convierten en un infierno, el día no alivia las heridas de los demonios y los ángeles que se crucen en el camino tendrán que pagar por no haber hecho nada. Yo sólo quería caminar lejos de allí hasta que se volviera a despertar mi Dios…