MALDITAS TINIEBLAS

Llegaste entre juegos a encender mi sonrisa. Buscando alejarte de mi te encontraste entre mis brazos, mientras yo descubria que la felicidad estaba en todo lo que había negado. Tu voz sin rostros se convirtió en la rama que me impedía caer al precipicio. Mi almohada tenía tu respiración pero anhelaba tu cuerpo en la noche. Intenté iluminar con mi sonrisa y mi aliento tu oscuro mundo, pero las tinieblas se cernieron sobre el mío haciendo el tuyo aun mas lúgubre. Los días pasaron a llover lágrimas las 24 horas mientras el anhelo se convirtió en desesperanza y el calor de nuestros besos en el frío invierno que veíamos venir.

Nos agarramos a los recuerdos de aquel mundo soleado mientras abrazados en la distancia llorábamos. El silencio forzado que comenzó como solución se convirtió en condena y mientras extendíamos nuestras manos, nuestros mundos partieron en direcciones contrarias.

Entonces llegó el silencio absoluto, rodead del peor de los ruidos, y comprendí que debía despertar de mi pesadilla. Luché con todas mis fuerzas por volver a la realidad, viaje hasta tu mundo para ver como te habías escondido de mí.

Ahora solo busco sonreir y que una de mis carcajadas te despierte y se convierta en llamada. Ya sólo me falta tu mirada para olvidar el peor de los sueños.